Viviendo en carne propia el Cambio Climático, por Oswaldo de Rivero
- CEM Comunitario
- 4 nov 2018
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Vivo en una isla llamada Bald Head, que está situada a 33 grados, 51’ Latitud Norte y 77 grados, 59’ Longitud Oeste, frente a la costa de Carolina del Norte.
La isla es un modelo de vida para el siglo XXI, en el que estamos comprometidos sus 140 habitantes. En Bald Head están prohibidos los automóviles, todos usamos carros eléctricos y energía no fósil. Y así la isla es hoy un territorio con cero emisiones de CO2. Además, reciclamos nuestra basura.
En los últimos 7 años hemos tenido que hacer frente a 7 huracanes cada año, uno más fuerte que el anterior, algo nunca visto. El último huracán, “Florence,” fue el Tirano Rex de toda esta seguidilla de huracanes. Entró con más fuerza que todos los anteriores y tuvimos que evacuar la isla antes que llegara.
Al regresar a la isla, encontramos el acceso a nuestras casas cubierto por ramas y troncos de árboles y de palmeras. También, comprobamos que nuestras casas habían sido inundadas, y la mayoría de los carros eléctricos que usábamos destruidos en los garajes por la inundación. Yo he perdido dos carros eléctricos, y tengo que reconstruir totalmente el garaje y el sótano de mi casa.
El agua de la inundación de mi casa fue extraída por los grupos de rescate. Sin embargo, las paredes han quedado impregnadas con moho y la casa llena de mosquitos y bacterias, debido a los alimentos que se pudrieron en la refrigeradora por el apagón que produjo el huracán. Para remover el moho tuvimos que usar máscaras para no contagiarnos de las bacterias que este contenía.
Las pérdidas para los habitantes de la isla suman cientos de miles de dólares. Yo tengo seguro, y esto es un alivio, pero los que no lo tienen, van a pagar muy caro el huracán Florence. En toda Carolina del Norte la reconstrucción costará unos 22 billones de dólares.
LOS CIENTIFICOS

Después de 7 huracanes uno más fuerte que el otro, no hay ninguna duda de que vivimos ya el cambio climático Y no lo digo yo; lo dice el Informe de los 91 científicos que integran el Panel sobre Cambio Climático de la ONU.
En efecto, coincidiendo con el desastre que sufrimos, este Panel de la ONU ha llegado a la conclusión que si nuestra civilización urbana global no cambia su patrón de energía fósil, es decir, si no reemplaza, antes del año 2040, el uso del carbón, petróleo y gas por energías limpias como la solar, la eólica y otras, el clima de la Tierra se calentará 1,5 grados con consecuencias catastróficas para la especie humana.
Según los científicos del Panel de la ONU, el clima del Planeta recalentado en 1,5 grados causará la desaparición de los glaciares de las montañas del mundo, y con ello una escasez de agua y alimentos para nuestra civilización, que en el año 2040 será urbana y global, puesto que más de las 2/3 de la humanidad vivirá en ciudades.
Al mismo, tiempo, el deshielo del Ártico, Groenlandia y de un trozo de la Antártida, originará una peligrosa alza del nivel de los océanos y la inundación de estuarios, playas y puertos y la desaparición de muchos pequeños Estados, que son islas. Todo esto causará millones de refugiados ecológicos.
DONALD TRUMP

A pesar que el Informe del Panel de la ONU coincide con el desastre de Carolina del Norte, Donald Trump sigue negando el cambio climático.
El Presidente de los EEUU está contra la ciencia. En un acto insano; acaba de anular las normas que reducían las emisiones CO2 que ocasiona el uso del petróleo, gas y carbón.
Si se suma a esto la reluctancia de China e India y de otros grandes países a reducir severamente sus emisiones de CO2, como lo piden los científicos del Panel de la ONU, estamos ya marchando hacia un desastre climático que provocará el colapso de nuestra insostenible civilización urbana global.
No hay duda, nuestros descendientes en el año 2040 enfrentarán un planeta con un clima letalmente hostil. En el Perú, hay que prepararse para Niños cada vez más severos y para la desaparición de los glaciares andinos que causará una crisis nunca vista del agua.
La ignorancia, la amoralidad y el narcicismo del presidente Trump no tienen límites, enriquece a las grandes corporaciones del carbón, gas y petróleo, desregularizando sus emisiones de CO2, al mismo tiempo que nosotros en nuestra pequeña isla y en el Perú, pagaremos los destrozos de un cambio climático que no hemos producido, y que él dice que no existe.
Nada se parece hoy más a los EEUU, que el Imperio Romano gobernado por Calígula.
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